Una novela que te hará reír, llorar, y cambiar tu mirada sobre la vida.

Un camino hacia el pasado para recuperar el presente.

Un viaje por la vida.

ISBN eBook en ePub: 978-84-686-7778-1


  • ISBN eBook ePub: 978-84-686-7778-1

martes, 16 de abril de 2013

FRAGMENTO 1


Os voy dejando algunos de mis  pasajes preferidos de la novela, 
este es el primero.

Peratallada
  Dedicaron la tarde de domingo a dar un tranquilo paseo por los alrededores de la casa de Peratallada. Paseando por aquellos campos llegaron hasta el bonito pueblo de Sant Juliá de Boada. Recorrieron, perezosamente, sus pocas calles acompañados por los gatos locales que seguramente serían colegas de Dalí. En el centro del municipio, Alba le enseñó la torre de las horas, y a la salida, se pararon delante de la ermita prerrománica. Allí sentados, se contagiaron de la serenidad del lugar. Bajo el suave sol de esa hora de la tarde Alba estaba preciosa, Palas acariciando sus dorados muslos la contempló en silencio.
Sant Feliú de Boada 
  —¿En qué piensas? —preguntó ella.
  —En Llura y Antonio. Les envidio, llevan ya juntos veinticinco años y siguen siendo una pareja de enamorados.
  Ella le acarició la cabeza mirándole dulcemente.
  —¿Te gustaría pasar conmigo veinticinco años? —le preguntó.
  —¿Podemos firmar por cincuenta? —contestó él.
  —¿Por qué conmigo? Has tenido muchas chicas.
  —Ellas no eran tú, al final te he encontrado. Desde que te conocí supe que te había estado buscando.
  —¿Qué es lo que te gusta de mí?-
  Alba no dejaba de acariciarle la cabeza, su perpetua sonrisa competía con el brillo del sol.
Ermita de Sant Julià de Boada
  —Tú, todo, cada parte de ti es solo tuya y nunca la he encontrado en ninguna de las demás. Eres especial porque solo te pareces a ti. Porque cuando estoy contigo, todo el resto de mi vida, todo lo que me rodea desaparece. Podría perderlo todo, pero si tú siguieras a mi lado, nada habría cambiado.
  —¿Y cuando me haga vieja?-
  Por la mejilla de Alba se deslizó una pequeña lágrima.
  —Tú nunca serás vieja. Esa sonrisa no envejecerá jamás, sólo envejece el cuerpo. El alma siempre es joven, si tú quieres seguiremos enamorados.

  Con la pericia del mejor maestro cantero, el sol ya bajo de la tarde, cinceló el perfil de la pareja sobre las viejas piedras de la fachada de la iglesia. Desde aquél momento, la memoria de los dos impediría a la noche borrar esa obra.





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